Carta a toda la comunidad universitaria de la UNGS sobre la situación de les docentes
Les docentes de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) nos dirigimos a les estudiantes y a toda la comunidad de la UNGS para contarles que no estamos dictando clases de manera normal. Aunque parezca una obviedad, conviene subrayarlo: no es una “nueva normalidad”, se trata de una situación excepcional causada por la pandemia del covid-19.
Desde que se implementó el ASPO en el mes de marzo, las clases se dictan de manera remota, lo que derivó en problemas de toda índole en torno al acceso a la educación superior y a nuestras condiciones laborales. Por un lado, muchos estudiantes deben estudiar en condiciones precarias, ya sea porque no cuentan con el soporte técnico necesario que exige el presente contexto (computadora, internet) y/o un espacio adecuado.
Por otro, las y los docentes universitarios estamos trabajando en nuestros hogares, mientras cuidamos a nuestros niños y niñas, a adultos mayores, a veces sin los espacios o las herramientas adecuadas, poniendo a disposición nuestros recursos que costeamos con nuestros ingresos (computadora, celular, internet, etc.). A nadie se le escapa que la súbita transformación de cursos presenciales en virtuales requirió de un esfuerzo sin precedentes y que la carga laboral se ha incrementado producto de ello. La encuesta realizada por ADIUNGS en mayo reveló que el 76% de les docentes trabaja más horas de lo habitual y considera su carga laboral excesiva o muy excesiva (a pesar de que se han relegado tareas de investigación). Vale recordar que casi el 50% de nuestra planta tiene dedicaciones simples y el 63% tiene dos o más trabajos (pueden ver aquí el Informe completo de ADIUNGS sobre El trabajo docente en la UNGS en cuarentena).
No podemos dejar de mencionar que realizamos este enorme esfuerzo mientras nuestros salarios, que ya sufrieron un fuerte ajuste del 30% durante el desastroso gobierno de Cambiemos, durante el corriente año ya perdieron un 10% más. Nuestra paritaria salarial se encuentra vencida desde el 30 de junio.
Fuente: ADUM (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Mar del Plata)
Esta paritaria nos encuentra en un contexto particular y muy adverso que nadie desconoce. La pandemia y sus efectos económicos son conocidos por todos nosotros y resulta imposible no tenerlos en cuenta. Hoy el gobierno nacional es un gobierno de coalición que sirvió para derrotar al macrismo, un objetivo que muchos docentes universitarios hemos compartido, convencidos de que el gobierno de Macri atentó en múltiples formas contra la universidad pública. Este gobierno se encontró al asumir hace 8 meses con una economía y un Estado en terribles condiciones. En este contexto tan poco alentador, y justamente teniendo en cuenta que se trata de un gobierno de coalición, hoy vemos con mucha preocupación ciertos avances de la derecha y los grupos económicos concentrados. Y nuestro rol como trabajadores y trabajadoras organizadas en un sindicato y una federación, es defender nuestros derechos laborales, defender el poder adquisitivo de nuestros salarios, y hacer todo esto conscientes de que también tenemos una tarea política que es evitar que esa agenda de la derecha avance y se imponga. Es por ello que discutimos todos aquellos discursos que encuentran virtudes en la lógica ortodoxa de la austeridad monetaria y el ajuste fiscal. Jamás se ha superado una crisis económica con políticas restrictivas. Por el contrario, luchamos por una justa y progresiva distribución de la riqueza, por eso apoyamos el Aporte solidario y extraordinario de las grandes fortunas como el puntapié inicial para debatir una reforma progresiva del sistema tributario, para que paguen más los que más tienen (click aquí para ver el video).
Reclamar contra el congelamiento salarial y por nuestras condiciones de trabajo implica defender nuestros intereses sectoriales, y a la vez implica defender el rol del Estado para salir de esta crisis. No es posible salir de una recesión económica con medidas restrictivas, por el contrario, son necesarias medidas que estimulen la producción, el trabajo y el consumo, como el IFE y el ATP. A estas medidas debe sumarse la recomposición salarial para les docentes universitaries y para el conjunto de trabajadoras y trabajadores estatales.
Con nuestro trabajo garantizamos derechos. Por eso reclamamos:
- Recomposición salarial por encima de la inflación
- Programa interanual de recomposición para recuperar el 30% de poder adquisitivo perdido durante el macrismo.
- Plan de regularización de docentes precarizados y ad honorem, muchos de ellos en las universidades del conurbano.
- Dispensas por tareas de cuidado: debe ser un derecho reconocido por la paritaria nacional y local. Dichos docentes deben tener reemplazos.
- Compensación por los gastos extra que tenemos al trabajar desde nuestra casa en tiempos de pandemia.
- Equipamiento. Reclamamos que el Estado como empleador nos provea de los equipamientos necesarios para realizar nuestro trabajo.
- Aumento del presupuesto universitario.
Queremos finalizar esta carta con un pedido: tomemos conciencia de la gravedad de la situación sanitaria y hagamos todo lo posible para cumplir con todas y cada una de las medidas de prevención: quedarse en casa, salir lo mínimo indispensable, no realizar reuniones sociales, mantener la distancia, usar correctamente el tapabocas, mantener las medidas de higiene. Cada vez que incumplimos alguna de estas medidas, no solo nos exponemos individualmente, sino que exponemos a otras personas más vulnerables y sobrecargamos a los profesionales de la salud, ya agotados.
La salida de esta pandemia y de esta crisis es colectiva.